domingo, 22 de abril de 2018

Mi pobre corazón hoy está...


Mi  pobre corazón hoy está de reformas.

Tenía que hacerle unos arreglos,

Sin prisas, pero sin pausa,

Me puse manos a la obra.

El pobre estaba un poco agotado

Del cansancio que supone,

Querer parar una guerra

Cruenta y sin razones.

Sin las armas en mis manos.

Sin que pocos oyeran mi llanto

Al ver a tantos niños muriendo,

A manos de crueles mandatarios.

Mi pobre corazón solo tenía palabras

  Tañidas en mil  folios de poemas.

 Ya se iba cansando de latir y se tornaba

 Más duro que las piedras.

 …Y aquí estoy, dándole unas pócimas

De esperanzas y de paciencia,

A ver si de una vez por todas

Ganamos esta guerra.

¡Pero necesito ayuda!

 Hombres, mujeres y niños,

Venid conmigo a esta contienda,

Que entre todos podremos

Que la Paz se instaure en esta tierra.

 

Encarna Recio Blanco.

 


sábado, 21 de abril de 2018

Mi Virgen de la Fuensanta…Una puntada por la Paz.


Mi Virgen de la Fuensanta…

Con la aguja y con el hilo ante Ti

 Humildemente postrada.

 Quiero bordar en tu manto

Estas sentidas puntadas…

Y una oración por la Paz del Mundo.

Que cada día, más se nos desgarra.

Por esos niños que mueren  de miedo

Entre bombas, metrallas, y lágrimas.

Por no tener, ya no tienen ni madres.

 Ni abrazos, ni Fe, ni Esperanzas.

Ni  el alimento que llevarse a la boca

Muriendo sin el pan, y sin el agua.

No puedo cesar en esta labor, Madre,

Voy cosiendo y recosiendo sin pausa.

Mi corazón abatido y cansado te reza

Para demandarte esa Paz tan soñada.

En cada puntada que doy… ¡Madre mía!

Voy dejando mi sangre derramada,

Para que Tú la repartas aquellos,

Que les hace tanta falta.

Voy dejándote mis versos prendidos,

Donde de Paz, siempre hablan,

Para tocar a esos corazones crueles

Que empuñan las armas.

Pon Tus manos milagrosas en ellos,

Y en las heridas que sangran.

Cobija a los desterrados

Y equilibra esta balanza.

Ya se me escapa la aguja.

 El dedal entre mis dedos danza,

Y el hilo se entremezcla entre este lienzo,

 Que cubra tus celestiales espaldas.

¡Mándanos la Paz al Mundo!

¡Madre de la Fuensanta!

Que no quiero ver más armas.

Ni lágrimas, en los ojos de esos niños,

Con la inocencia en sus corazones…

Y en sus almas.

 

Encarna Recio Blanco




martes, 17 de abril de 2018

Esta noche te hablo…


Esta noche te hablo…

 Lerda y cegada por las lágrimas que vierto,

Y que su agua apagará, lo  que me  dicta el fuego.

Mi boca me impide hablar, pero me anticipo a ello,

Aunque la tinta se agote, no cejaré en el empeño.

Escucha mi elocuencia muda, mi dolor y mi tormento.

La llamada a voz en grito de mi gloria y de mi infierno.

¿No ves la fiera borrasca que hoy habita en mis adentros?

Donde naufragan turbados, mis penosos sentimientos.

El vivir sin ti me ha condenado, a estar sitiada

Entre barrotes negros,

Con murallas que me impiden ver, cada día los cielos.

 Ya la muerte no me esquiva, viene, porque la deseo,

Al pensar, que en otros brazos, tu cuerpo se está meciendo.

Mi alma rendida clama entre suspiros al viento,

Que me regales postrero sólo, un añejo te quiero.

¿No ves cómo mi corazón clama,  sin tener paz ni remedio?

Queriendo el dolor calmar con estas letras al céfiro.

En lágrimas y suspiros, mi alma y mi corazón a un tiempo,

Van camino de una senda, donde el final es eterno.

No me sirve de nada la vida, sí las razones que tengo,

Para repudiarte hombre, aunque en el fondo… te quiero.

¡Qué contradicción Dios mío! ¿Qué es lo que estoy escribiendo?

Tanta muerte en mi vida, tan poco dolor, en el que está muerto.

…Y no te pido consuelos en los dolores que padezco.

Sólo quiero que algún día, tú no sufras por ellos.

No te olvides que te quiero, y que te sirvan de recuerdo,

Los tesoros que me debes, y los besos que no tengo.

Acuérdate amor mío, de tus vanos juramentos.

Lo que proclamó tu boca, lo han refutado tus hechos.

Ahora ya te digo adiós, con el ahogo que  siento.

Ni me da venia mi llanto… ni me da lugar mí tiempo.

 

Encarna Recio Blanco



domingo, 15 de abril de 2018

Reflexiones-Paz




¿Habrá algo mejor que la Paz? ¿Y qué es la Paz? La Paz, es un mundo sin guerras, la Paz es, estar tranquilos, vivir en un mundo donde no haya miserias, ni armas.

Yo sueño mucho con la Paz, este puede ser un momento de Paz. Tú que estás solo, o tú que estás acompañado, que te están tranquilizando tal vez mis palabras, ¿A quién no tranquiliza la palabra Paz?
Si algún día llega la Paz al mundo, y estoy dormida… ¡Despertarme por favor! que quiero sacar la risa. Haré del las armas todas, una hoguera, y que se extinga cuanto antes  de mis ojos, y pueda ver,  lo que no he visto en mi vida.

  ¡Despertarme si yo duermo! Que quiero ver a  los niños del mundo entero en sus caras, con mil sonrisas. Que quiero ver a los pueblos faenando con cantares. Que quiero soñar despierta después de tantos desastres.
 Que nos demos las manos.  Que nos acurruquemos, en el calor de la hoguera…Aquí en el rincón del poema.
¡Despertarme si yo duermo! Pero si me hubiera muerto…recordar que un día, esperé a que tuviéramos… Paz y Amor.


¡Aquí tienes un rincón para ti, amigo!


Encarna Recio Blanco.


domingo, 8 de abril de 2018

Me derrito los sesos de...


Me derrito los sesos de tanto pensar

En aquellas cosas que quiero arreglar.

Me adentro en la urbe, no puedo ni andar,

Bomberos,  grúas, ambulancias…

 ¡Qué barbaridad!

 Un cortejo fúnebre muy lento camina

Hacia esa morada ignota y temida.

En los ministerios, no puedo ni entrar

El guardia me dice: ¡que es muy tarde ya!

 ¡Qué casualidad!

Un  coche incendiado intento apagar

Sin tener ni el agua, con la que regar.

Entro en la trastienda de una curandera

Para que me limpie de pies, a cabeza.

Voy hacia el asilo y pido acogida,

Cuando veo el ambiente salgo de estampida.

Corre que te corre por la fría avenida

  Tropiezo y me hago, otra nueva herida.

 ¡Qué fatalidad!

Una dama llora detrás de la esquina,

Me acerco y me dice, toda compungida,

Que no la dejaron hacerse una foto

Con sus nietecitas.

¡Qué poca caridad!

 En la  Universidad me adentro

Para recoger un máster,

Al que no me presenté

Ni para examinarme.

¡Qué osadía la mía!

Tiemblo de impotencia

En mis correrías

Sin poder hacer, ni deshacer…

 Lo que yo quería.

 ¡Qué Pena la mía!

 

Encarna Recio Blanco



sábado, 7 de abril de 2018

Cómo deciros algo-Reflexiones-


¿Cómo deciros algo, que ni siquiera puedo expresar con estas letras taladas por mi desolación, algo que es incomprensible, en el mundo que me rodea?

¿Cómo deciros lo que me supera, lo que no entiendo, lo que me revela y arreglar no puedo, en este entorno fiero y hostil, acosado por guerras, hambres, injusticias, metrallas, a ras de los inocentes que mueren cada día,  sin saber el porqué de sus infiernos.

 Un mundo de seres errantes,  que buscan donde anidar su supervivencia, y se encuentran imbuidos en mares sombríos, en noches interminables, sin pan y sin cobijo,  buscando de un lado para otro la tierra prometida.

 ¿Cómo podría paliar tantas injusticias que veo y que siento en mi derredor, si estoy con las manos atadas?  Me rebelo, me rebelo, queriendo aminorar el desconcierto, pero veo, que  con tanta carga no puedo.

 Mi sencilla pluma me anima a que siga gritando,   pero  nadie me oye, aunque mis letras sean sencillas y poco eruditas, me animan a seguir, por eso, no descanso y  sigo,  por si alguien escucha alguna vez, mi llamada al orden.

 Hablo y escribo, en nombre de los que no tienen patria, por los que están en la guerra, por los que no tienen amigos ni trabajo, por las mujeres maltratadas, por los solos, por la escasa justicia para los pobres y la justicia benévola  para los ricos, por los  ladrones que gobiernan y que tal vez, no tengan la carga de sentimientos necesarios,  para paliar en lo posible tantas ingratitudes.

 ¡No me oís gritar! ¿Es que  todos estáis sordos? ¿O es que no os importa la dura existencia del débil, que arrastra su piel por las aceras? ¿No me oís gritar mandatarios, de esta tierra? Parad tantas injusticias, y hacer lo necesario para que todos los seres humanos puedan vivir en Paz.

 Este mundo, va dejando cada día mi alma más vacía, sin luz y a mi corazón con más heridas, sola con mi pluma seguiremos en la contienda de abrir las conciencias, para que el mundo sea más justo, un mundo donde podamos vivir con esa Paz, que proclamo, a los que todo ser humano, tenemos derecho.


Encarna Recio Blanco.




martes, 3 de abril de 2018

Hoy siento en el corazón...


Hoy siento en el corazón

Un vago temblor de estrellas,

Pero mi senda se pierde

En el alma de tiniebla.

La luz me troncha las alas

Y el dolor de mi tristeza

Va mojando los recuerdos

En la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas

Tan blancas como mi pena

Y no son las rosas blancas

Que ha nevado sobre ellas.

 Antes tuvieron el iris.

También sobre el alma nieva.

La nieve del alma tiene

Copos de besos y escenas

Que se hundieron en la sombra

O en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas

Pero la del alma queda

Y la garra de los años

Hace un sudario con ellas.

 ¿Se deshelará la nieve?

Cuando la muerte nos lleva

¿O después habrá otra nieve?

Y otras rosas más perfectas.

 ¿Será la paz con nosotros?

¿Cómo Cristo nos enseña?

O nunca será posible

La solución del problema.

¿Y si el amor nos engaña?

¿Quién la vida nos alienta?

Si el crepúsculo nos hunde

En la verdadera ciencia.

Si la esperanza se apaga

Y la Babel se comienza,

¿Qué antorcha iluminará?

¿Los caminos en la Tierra?

Si el azul es un ensueño,

¿Qué será de la inocencia?

¿Qué será del corazón?

Si el Amor no tiene flechas.

¿Y si la muerte es la muerte?

Qué será de los poetas

Y de las cosas dormidas

Que ya nadie las recuerda.

¡Oh sol de las esperanzas!

¡Agua clara! ¡Luna nueva!

Corazones de los niños

Almas rudas de las piedras.

Hoy siento en el corazón

Un vago temblor de estrellas

Y todas las rosas son

Tan blancas como mi pena.

G. Lorca

 

Encarna Recio Blanco