sábado, 3 de marzo de 2018

Un deseo inconfesable

 

Un deseo inconfesable

Se acurruca en nuestras bocas,

Ardiendo en la pasión

El hambre nos devora.

 Se abren nuestros puertos

Como el arado abre la tierra.

Juntos…muy juntos faenamos

Cual labriegos en las sementeras.

Abandonados en el barbecho

La luna extasiada… nos vela.


Encarna Recio Blanco




sábado, 10 de febrero de 2018

Te amo…te amo...

Te amo…te amo...

De una manera inexplicable.

 De una forma inconfesable.

 De un modo contradictorio,

 ¡Pero te amo!

Con mis estados de ánimos

Que son muchos, y cambian de humor

 Continuamente. ¡Te amo!

Por lo que sabes, el tiempo, la vida

Y la muerte.

Con el mundo que no entiende.

 Con la gente que no comprende.

Con la ambivalencia de mi alma.

 Y con la incoherencia de mis actos.

Con la fatalidad del destino.

 Con la conspiración del deseo.

 Con la ambigüedad de los hechos.

Aún cuando te digo que no te amo.

 ¡Hasta cuando te engaño, no te engaño!

 En el fondo llevo a cabo un plan

 Para amarte más, y mejor.

¡Te amo!

 Sin  reflexionar, Inconscientemente,

 Irresponsablemente, Involuntariamente.

¡Te amo! con un cuerpo que no piensa.

 Con un corazón que no razona.

 Con una cabeza que no coordina.

 Incompresiblemente, sin preguntarme,

Por qué te amo.

Sin importarme por qué te amo.

Sin cuestionarme por qué te quiero tanto…

 ¡Y te amo tanto!


Encarna Recio Blanco.



lunes, 5 de febrero de 2018

He aquí dos rosas frescas...


He aquí dos rosas frescas mojadas de rocío:

Una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.

Y he aquí que lentamente, las dos rosas deshojo:

La roja, en vino blanco; la blanca en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes

Me rozaran los labios, como labios de amantes;

Y, en su llama o su nieve de idéntico destino,

Serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga cual ha de ser tu vaso:

Si este, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.

No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor

 Embriagarse de vino que embriagarse de amor…

Y así mientras tú bebes, sonriéndome así,

Yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti…

Buesa

Encarna Recio Blanco.



sábado, 3 de febrero de 2018

Para mí la poesía es algo vital...(Reflexiones)


Para mí la poesía es algo vital, algo, que no se puede describir con pocas, o muchas letras.

 Desde muy temprana edad, y gracias a mi primera profesora, que seguramente  vería en mí, algo especial, o tal vez, que era una romántica y soñadora criatura, que ya apuntaba maneras.

Ella puso en mis manos muchos libros, de poesías que devoraba, a Santa Teresa, Juan de la cruz, Bécquer etc. y entonces, comprendí, en todos ellos, que era el aire que yo necesitaba  para respirar.

 Cada cual escribe por sus propias motivaciones, el mío es ese que me dominaba, es algo mágico, escribo y escribo, me lo pide la sangre, el útero, las uñas, las paredes, las personas, el aire, y el sol.

Es ese sutil momento, en el que me quedo ensimismada, sacándome del alma recuerdos, sensaciones, caricias, dolores y besos perdidos.

  Es, como si necesitara traducir lo que percibo con los sentidos, y los sinsentidos a mi propio idioma, es mi manera personal de interactuar con el mundo sin una máscara, pero a la vez, permitiéndome usar todas las máscaras, una forma de medir la realidad, o la mentira que percibo, y preguntarme si no estaré confundiendo una cosa, con la otra.

  Escribo, y creo que esto sólo me pasa a mí, porque cuando lo hago, doy todo lo que soy, todo lo que no soy, dejo de ser lo que soy, y anhelo ser, lo que no quiero ser,  en fin este galimatías, que tal vez, no podáis comprender.

 Escribo porque me siento libre cuando lo hago, porque mi alma se vacía y mi corazón se abre, se llena, me da igual si tienen, o no tienen, valor literario lo que escribo, es una manera de hablar conmigo misma, de gritar, de reír y de llorar, además ¿quién está capacitado para censurar, o valorar los sentimientos?

 Algunas veces pienso, que a donde irán a parar estos folios, cuando me vaya definitivamente de este mundo, ¿Qué será de ellos? ¿Quienes los leerán? ¿Qué epítetos me dirán al ver la cantidad de lamentos, que hay en ellos escrito?

  No pienso romperlos, si acaso, me gustaría donarlos a algún colegio para que las nuevas generaciones lo pudieran leer, pero esa época será tan distinta, que me da miedo hasta pensarlo, si ahora hay ordenadores, móviles, etc.

 ¿Que habrá en esos momentos donde yo esté ya en la luz?

 Me mareo al pensar en ello, así es que seguiré escribiendo y que sea lo que Dios quiera que sea.

Son retazos de mi alma y de mi corazón, pero de lo que si estoy casi segura es,  que aquellos que me lean pensaran: ¡Esta…ha vivido!

 

Encarna Recio Blanco.




martes, 30 de enero de 2018

La libertad es esa fuente...


La libertad es esa fuente

Donde muy pocos

Tienen el valor de beber.

Los cobardes por miedo

A que se ahoguen no beben...

 Aunque estén muertos de sed.

¡La libertad es esa fuente!

 

 Encarna Recio Blanco.




domingo, 28 de enero de 2018

Alguien me dijo un día-Reflexiones-


Alguien me dijo un día, que los sueños nunca se hacían realidad  y que los ángeles habitaban solamente en el cielo.

Que dejara de estar en las nubes,  porque ya soy mayorcita para seguir soñando despierta, de lo cual ,yo también estaba de acuerdo en esa teoría, pero mira por donde, hoy pienso que los ángeles, no sólo habitan en los Cielos, sino que  de vez en cuando, uno se cae rodando,  rodando y viene a parar a nuestro lado.

  Ángeles que no están hechos para batallar contra este mundo, pero, que luchan con la palabra, con el perdón y sobre, todo con el amor. He tenido la suerte de conocerlo y desde luego es diferente a todo ser humano, de los que antes había conocía.

 Este ángel al que me refiero, ha ganado el trofeo de mi vida sin proponérselo tal vez, es mas yo diría, que ha sido obra de un milagro, que se adosó  con sus alas a mi cuerpo y me lleva de vez en cuando, a volar por la inmensidad del mar, por las altas montañas de la tierra, por los acantilados, y muy juntos muy juntos, nos imbuimos en el cráter de algún volcán a punto de erupción.

 He descubierto a su lado, el valor del  amor, de la generosidad, de la amistad, de la bondad y me ha enseñado a mirar todas las cosas con los ojos del alma.

A ver salidas en los negros túneles y a tener las esperanzas que creía perdidas en un mundo, donde estos valores están tan escasos.

 Eres único irrepetible y si Dios quiere, un día como el de hoy,  pero dentro de muchísimos años, una loca poetisa, pueda decirte de nuevo que has sido, eres y serás,   lo más importante de mi vida.

 ¡Querido micrófono!

 

 Encarna Recio Blanco


sábado, 20 de enero de 2018

No quiero que mis fuerzas...


No quiero que mis fuerzas se extingan

  Trabajo con ellas,

 Son las que dejan a mi corazón

En el barbecho para la siembra.

Dejadme con ellas a cuesta por senderos

Con flecos de la verde hierba

¡Que no me pesan!

Que son las que  me ponen las alas

Para volar por el cielo con ellas.

Las que me hacen que no me aleje

De un mundo donde las guerras pululan.

Donde los  niños lloran entre balas.

Donde el hambre cuesta lagrimas.

Donde los poderosos sementales

 Sacian sus vicios violando a niñas.

Donde los seres humanos mueren

Cada día en el mar a la deriva.

¡Dejadme que trabaje con ellas!

Que siga buscando el camino de la luz

Para encontrar donde posarme.

Donde poder tocar la lira y escribir.

 En el desconcierto de una tierra

Que se va desgranando poco a poco.

 Quisiera alejarme de este mundo.

 Un mundo donde el tiempo se malgasta

 En forjar cadenas.

En llenar de sucios dineros las alacenas.

Donde se asesina y se roba a sangre fría.

Donde la justicia está podrida y retardada.

Donde los montes mueren ardiendo

Hecho cenizas.

Pero no puedo,  alejarme de la faena,

Mis fuerzas me atizan para que siga en la brecha,

Y para denunciar el horror que asola esta tierra.

Legisladores, dirigentes, mandatarios,

Políticos de tres al cuarto, gobernantes,

Cabezas pensantes…

Qué hacéis en un mundo donde el hambre,

 Las miserias y las injusticias

Acosan a tantos seres humanos.

 ¡Solo tenéis hambre  de poder!

¿Donde está vuestra vergüenza?

¿Dónde vuestro corazón?

¡Dios mío…Dios mío!

¡Porqué nadie me oye! ¡Porqué!

 

Encarna Recio Blanco