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sábado, 23 de mayo de 2020

El aire silba quejoso...


El aire silba quejoso.

El sol brilla con desgana.

El cielo se viste de negro luto.

 La tormenta está cercana.

El entorno enmarañado

 De ocasos y de alarmas.

El paro y el hambre pululan

Por los pueblos de España.

Gobernantes en atriles

Vociferan ordenanzas,

Incumpliendo los preceptos

De la verdadera democracia.

¡A los políticos el pueblo

No les importa…

 Absolutamente nada.

Manipulan a las masas

Como si fueran ovejas mansas.

Sólo quieren el poder.

Partida en dos, está España,

Entre parados que esperan

Una limosna profana.

El pueblo está confinado

Acobardado en sus casas

Mascarillas en las bocas

y  neveras agotadas.

Cientos de mayores perecieron

En residencias malditas…

Solos y desprotegidos se fueron

Sin tener a su lado

A sus seres más queridos.

 Médicos y enfermeras veloces

Luchaban con la impotencia.

Dando su vida como héroes

En la terrible pandemia.

Se oyen gritos en las calles.

Banderas enarboladas.

Policías y bomberos

Derribando las pancartas.

 La paz esta herida de muerte

 En el Mundo…

 Y en nuestra querida España.

Quiera Dios poner sus Santas manos

En esta pandemia…

Y en todo lo que nos pasa.

 

Encarna Recio Blanco.





jueves, 7 de mayo de 2020

Cuando la tormenta pase...



Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos

Y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo.

Con el corazón lloroso y el destino bendecido

Nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos.

Y le daremos un abrazo al primer desconocido

Y alabaremos la suerte de conservar un amigo.

Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos

Y de una vez aprenderemos, todo lo que no aprendimos.

Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido.

Ya no tendremos desidia seremos más compasivos.

Valdrá más lo que es de todos que lo jamás conseguido.

 Seremos más generosos y mucho más comprometidos

Entenderemos lo frágil que significa estar vivos.

Sudaremos empatía por quien está y quien se ha ido.

Extrañaremos al viejo que pedía un peso en el mercado,

 Que no supimos su nombre y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre era tu Dios disfrazado.

Nunca preguntaste el nombre porque estabas apurado.

Y todo será un milagro y todo será un legado.

Y se respetará la vida, la vida que hemos ganado.

 Cuando la tormenta pase te pido Dios, apenado,

Que nos devuelvas mejores, como nos habías soñado.

Alexis Valdés

Encarna Recio Blanco





sábado, 28 de octubre de 2017

Hay días que nacen muertos...


Hay días que nacen muertos

Y segundos que son eternos.

Hay tálamos envueltos en el hielo

Y amaneceres ardiendo.


Hay noches estrelladas. Países con tormentas.

Hambre viva  que mitigar y el pan escasea

Hay ecos sin voces  melodías sin partituras.

Tumbas  vacías, y muertos en vida.


Hay ciegos que irradian luz. Hay mares negros.

Infiernos cercanos, y lejanos Cielos.

Hay recuerdos que arden  y amores, en ruinas.

Hay castillos encantados, llenos de fantasmas.


Hay animales andantes que tienen alma.

Y humanos como fieras que matan por la espalda.

Hay corazones sin fuego, almas heladas.

Y sonrisas que lloran, cada mañana.


El dolor de la piedra gime en el cementerio.

Árboles que  lloran desolados porque están ardiendo.

Hay niños sin padres. Hay padres asesinos.

Mujeres maltratadas por sus queridos.


Hay sed de justicia y los Jueces injustos.

Leyes  a la medida de los poderosos.

¡Hay días que nacen muertos!

 

Encarna Recio Blanco.




viernes, 17 de febrero de 2017

Espero tu cuerpo...


Espero tu cuerpo y ansío tu alma.

El deseo consume todo alrededor

No es pasión ni locura esto que siento,

Mis ganas me dicen, que es algo mejor.

El tiempo enemigo de nuestras maneras

Estrategias tantas he trazado ya,

Mi alma me dice que aunque no te tenga,

Me es suficiente poderte mirar.

Descansa mi cuerpo sobre la tormenta

Un volcán alado sin lava esta vez.

Me tiembla la mano al ver que te acercas

Y cuando te marchas, me vuelvo a caer.

Sobre un precipicio nos balanceamos.

Nos sentimos libres cuando no hay dolor,

Y solo si estamos cobijados juntos

Siento que se para de golpe el reloj.

Este corazón me dicta maneras

Sentencias que tengo sin más que seguir.

Alguien desde el Cielo ya trazó el camino

Y mis pies caminan, dejándome ir.

No quiero rutinas ni pasiones muertas.

Ni tejer sentada en cualquier salón.

Yo quiero que el tiempo pueda detenerse

Y dejarme siempre, a tu lado amor.

 No creo en pecados, aunque sé que existen.

No creo en los delitos que ya cometí.

Creo en el futuro de nuestras pasiones

Y en lo que más creo mi amor, es en ti.

  

Encarna Recio Blanco.




Escucha"ESPERO TU CUERPO" en Spreaker.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Se duerme la noche...


Se duerme la noche está muy cansada,

De ver a un mendigo tirado en la plaza.

 Se despierta el alba de mala manera,

Viendo que a un chiquillo lo mató la guerra.

La luna se  esconde tras de las montañas,

Con mucha vergüenza de ver, tantas armas.

 Se avecina la tormenta por las colinas,

Para espantar a las mentes ennegrecidas.

Ya duermen los niños, se cierran las guerras,

Amantes perdidos trajinan con penas.

 Salen los bohemios de sus madrigueras,

Para recitar sus versos, en una plazuela.

 Las brujas murmuran detrás de las rejas,

Cuando ven besarse a dos quinceañeras.

 Se despierta el alba de mala manera,

Viendo como escribo en una palmera.

  

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 10 de octubre de 2012

Un tsunami.


Un tsunami de emociones

Un volcán que se revienta

Lava…fuego…rayos

Y tormentas.

Cuando nuestras almas juntas

Hambrientas de sementera

Se funden cual el metal

En la noche traicionera.

Al otro lado del mundo

Con el frío y con la niebla

Me buscas entre tus sueños

Y siempre, siempre…

¡Me encuentras!

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 12 de abril de 2008

Un ciclón tengo

Un ciclón tengo en mi mente, tormenta en mi corazón

No sé cómo defenderme de este estado asolador.

Te di lo mejor de mí mis besos, mis primaveras

Los sueños que renacían de mi cosecha primera.

Tú venias de un camino donde sólo había mil piedras

Rocas grandes que no pude apartarlas de tu senda.

Viví momentos fugaces besos rotos por las esperas

Por la constante agonía de que te fueras con ella.

 Por más que yo te imploraba sordos tus oídos eran.

Y en las madrugadas duras rugía como las fieras.

Pasaste por alto algo que no te dabas ni cuenta

Y que tal vez algún día sea muy tarde si pensaras

En la enmienda.

No le distes importancia a mi amor desmesurado

A mi entrega demediada cuando estaba entre tus brazos.

 Te quise más que a mi vida y hoy más te sigo adorando

Amándote como nunca mi corazón había amado.

Pero el ciclón de mi mente revive los malos ratos

Esas esperas tan largas y esos minutos alados.

Retumban en mi corazón los truenos que tú has dejado.

Sin importarte si quiera el dolor que he cobijado.

 No puedo más con la carga de mi macuto pesado.

No puedo esperar más lo que tanto había soñado.

 En tu camino te dejo mal o bien acompañado

Con sangre que no es la tuya y con tus muchos andrajos.

 No sé si te olvidaré juro que voy a intentarlo.

No sé si a mi corazón puedo engañarlo.

 Pero allá en el horizonte oteo un mundo lejano

Que me dice que  me vaya para siempre de tu lado.

 

Encarna  Recio Blanco.






martes, 8 de abril de 2008

Palabras que van al viento...


Palabras que van al viento
Y del viento algún lugar
Manecillas que se paran
En relojes que no van.

Maldigo cada momento
Maldigo mi soledad
Todas las noches en velas
Que paso cuando no estás.

Te maldigo por quererme
Maldito mi corazón
Malditos todos los besos
Maldigo mi sin razón.

Maldita mi mente a veces
Que no para de lidiar
Con esperas sin llegadas
De un tren, que estancado está.

Maldeciré a los mares
Que no veremos jamás
La casa que compartimos
En mitad de un vendaval.

Maldigo las ilusiones
Que no se harán realidad.
Hoy te he visto y veo en tus ojos
Que muy pronto partirás.

 

Encarna Recio Blanco.