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viernes, 26 de mayo de 2017

La luna saldrá de su escondrijo...


La luna saldrá de su escondrijo para alumbrarnos de nuevo,

En el rincón de los sueños, iluminado por estrellas y luceros.

Dibujo tu silueta con mis dedos, en el paraninfo de mi locura.

En la espera impenitente, mi llanto amurallado te susurra.

Mi codicia no tiene remedio, el hambre se me abre

Cuando te veo,

Queriendo yantar con avidez, en  todos tus recovecos.

Fijo cual clavo  ya te tengo en mi lecho.

¡No te calles! Miénteme diciéndome te quiero.

No te vayas tras la niebla, que tengo el sol entre mis dedos.

No te evapores que quiero, beberte en el cenit de este Cielo.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 7 de diciembre de 2016

No quiero guardar mis versos...


No quiero guardar mis versos en arcones de madera.

Quiero que vean la luz de este sol que hay en tierra.

Quiero que vean los ojos de seres que van con pena,

 De aquellos que enamorados,  brillan más que las estrellas.

Quiero que salten gozosos por las brisas marineras

O cuando las rosas se abren en floridas primaveras

En otoños amarillos cuando las musas despiertan

 Arrancando las espinas del corazón de una hembra.

Quiero que prueben la sal de unas aguas cristalinas

De mares que están en calma con sirenas cantarinas

Que bailen entre tormentas cuando los Cielos se irritan

 Y que sus rayos iluminen el corazón de aquel, que las sienta.

No quiero esconder mis versos en arcones de madera

Quiero que vean las lágrimas del dolor y de la pena

De la alegría, el amor, el desamor, las tristezas

De la rabia,  la tortura, del hambre y la guerra.

No soy trovador y escribo, soy transgresor de las letras

Ni me importan los veredictos del mundo ¡No soy poeta!

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 6 de octubre de 2014

Emigro hasta los bosques...



Emigro hasta los bosques

Escalo las montañas

Busco  trigo limpio

En tierras mojadas.

Sobre la escarcha duermo

Me cubre la mejorana

Y me  oculta de los forajidos

Que portan navajas.

Colmada de soles llega la mañana

Y el trino de mil golondrinas

Aletean gozosas

En mi verde cama.

Platico con el silencio

Espanto al dolor

 Me alío con la libertad

Y sigo buscando incansable...

¡El amor! ¡El amor!

  

Encarna Recio Blanco.




jueves, 12 de junio de 2008

Mi mar está en calma



Mi mar está en calma

Reducido y en silencio

Está durmiendo tranquilo

Puede ser que se haya muerto.

En la calma de la noche

Cuando vuelven los deseos

Mi mar se queda callado

Aunque en los cielos hay truenos.

Despiertan las tempestades

Me abrasan con sus misterios

Y me piden que te espere

A la orilla de este infierno.

Las olas antes opacas

Parecen ahora  de fuego

Se mueven sin darme cuenta

Se rompen entre mis sueños.

Nunca saldré a flote

Ya no veré más el Cielo

Las mareas se tragaron

Mi salvación y el silencio.

 De nuevo vuelve la calma

Ha pasado la tormenta

Las olas están calladas

Y parece que están quietas.

Pero vuelven  pesarosas

Se las ha tragado el viento

Y se oye  desde lejos

El rugir de algún lamento.

 En la orilla  te espero

Donde nunca pasa el tiempo

Para perdernos sin prisa

Por nuestro rincón secreto.


 Encarna Recio Blanco.



martes, 29 de abril de 2008

Abril frondoso.



Abril frondoso y florido que bien nos hemos portado

Pero mi pluma sin tinta me dice: que me he pasado.

Mis dedos rígidos lloran un descanso necesitan

Y me piden que despierte de esta cruel tropelía.

He sacado los recuerdos que tanto me atormentaban

A ver si por una vez mi mente descansara.

Eran como borbotones lo que mis sienes sangraban

Y me decían que siguiera con mí arado en la labranza.

De la cama muchas noches cuando la luna cantaba

Presta agarraba el fusil y en las guerras me adentraba.

Allí ponía la sonrisa al que triste se encontraba

Al hambriento daba pan muy caliente de mi hogaza.

Al sólo le acompañaba y le leía mis cartas

Y siempre veía en sus ojos unas lágrimas margas.

A los que estaban muy lejos aunque no los conocía…

Les he mandado esperanzas con mis cartas y poesías.

Abril florido te alejas Mayo ya llama a mi puerta

Quiero seguir dando amor al que venga a mi cosecha.

 

 Encarna Recio Blanco