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sábado, 4 de enero de 2020

Por el cinco de enero...




Por el cinco de enero, cada enero ponía

Mi calzado cabrero a la ventana fría.

Y encontraban los días, que derriban las puertas,

Mis abarcas vacías, mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos, ni trajes, ni palabras:

Siempre tuve regatos, siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza, me lamió el cuerpo el río,

Y del pie a la cabeza pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero, para el seis, yo quería

Que fuera el mundo entero una juguetearía.

Y al andar la alborada removiendo las huertas,

Mis abarcas sin nada, mis abarcas desiertas.

 Ningún rey coronado tuvo pie, tuvo gana

Para ver el calzado de mí pobre ventana.

Toda gente de trono, toda gente de botas

Se rió con encono de mis abarcas rotas.

 Rabié de llanto, hasta cubrir de sal mi piel,

Por un mundo de pasta y un mundo de miel.

Por el cinco de enero, de la majada mía

Mi calzado cabrero a la escarcha salía.

 Y hacia el seis,

Mis miradas hallaban en sus puertas

Mis abarcas heladas, mis abarcas desiertas.

 (Miguel Hernández)

Encarna Recio Blanco.





sábado, 5 de enero de 2019

No quiero ningún regalo


No quiero ningún regalo

Que se compre con dinero.

Voy a pedir a los Reyes Magos

Algo que necesita esta tierra,

Con urgencia.

Les pido Paz para el mundo.

Que se hermanen los pueblos.

Que se abran las fronteras

Y que los niños no mueran

En la guerra.

Les pido solidaridad para repartir.

La fe y la esperanza para subsistir.

Ternuras y besos para compartir.

Y esas delicias del Cielo

Que no se venden aquí.

Eso quiero Reyes Magos

Si tenéis a bien oírme

Y dejarme estos regalos…

Os prometo repartirlos

Entre aquellos que no creen

En el mandamiento Divino.

 

Encarna Recio Blanco




jueves, 8 de junio de 2017

Regálame


Regálame una canción

Aunque sea en la distancia.

Para que cierre mis ojos

Y te bese con el alma.

¡Dime lo que piensas y sientes,

Al recordarme!

 ¡Miénteme!

  Pero dime que me amas…

¡Locamente!

 Encarna Recio Blanco.




jueves, 15 de diciembre de 2016

El canto de una sirena.


El canto de una sirena

El abrazo más pueril

Unas tristes campanadas

 Al ver a un niño con su fusil.

 La calle huele a tomillo

A menta y romero,

Cuando dos enamorados

Se acoplan en silencio.

Una rosa en su rosal,

Lleva una espina enclavada,

Pero no puede llorar

Porque un clavel la reclama.

Por el mercado se ofrecen

Caricias frescas.

Se regalan sonrisas

Que estén abiertas.

La fraternidad suspira

En grandes espuertas,

Pero la gente sigue a su aire

Con la carga a cuestas.

Están rebajadas las ilusiones,

Las caricias, las emociones

Los besos y los abrazos,

Y nadie se para, a catarlos.

Se donan los corazones

Sin precio por medio

Para dar la vida

A quien está maltrecho.

 El amor se regala por el mercado,

De muchos colores

Y a grandes gajos…

Y nadie se para, a saborearlo.

Sigue el bullicio en la explanada

Sin que nadie perciba,

Que  estos regalos, no hay dinero

En el mundo, para comprarlos.

  

Encarna Recio Blanco





martes, 5 de enero de 2016

Queridos Reyes Magos: Este año solo quiero...


Queridos Reyes Magos:

 Este año solo quiero con mi carta, daros las gracias por los regalos del año pasado, voy tan liada, que no me dio tiempo ni de agradecerlo mi más sincero agradecimiento por ello.

 Fuisteis  muy generosos conmigo, llegasteis cargados a mi balcón  dejándome mucho más de lo que os  había pedido, y como vosotros sabéis, eran cosas que no eran tangibles ni  se pueden coger con las manos, pero que las atesoré con gran ahínco en mi corazón, para después  irlas repartiendo una a una a todos aquellos que las necesitaban más que yo.

 No he perdido la ilusión, ni  los sueños que anidan en mi corazón, ni las ganas de trabajar, ni la alegría de vivir, ni las ansias de saborear unos besos.

He vivido cada segundo de mi vida como si fuera el último, animando a la ilusión, faenando con mi impaciencia, soportando las ausencias, gateando por los tejados en busca de enmienda, quitando de las manos de los violentos, los fusiles, robándoles el rosario a las beatas de mi iglesia, encarándome en las filas del paro, con los mandatarios de tres al cuarto, que no tienen vergüenza.

  Cosiendo y bordando una nueva bandera, intentando tapar la boca a los que solo saben mentir, para llenar sus carteras, he llorado y he reído al ver la gratitud en los ojos de un errabundo compartiendo mi mesa.

Durante este año he seguido aquellos sabios consejos que os pedía y que vosotros tan generosamente, me escribisteis en aquel pergamino dorado.

 He tenido un poco más de paciencia de lo habitual, y mira que es difícil, en estos momentos en los que el mundo va a una velocidad de vértigo.

He seguido llenando folios con mis sentimientos, aunque solo sea el viento el que luego se encarga de expandir por el Cielo.

 Aquella Paz que os pedía también la he ido distribuyendo con mesura, pues estamos tan necesitados de ella, que se me ha quedado un poco corta al quererla repartir, la he estirado lo más posible, pero me ha faltado, si os sobra podéis dejarme un poquito más este año.

 Queridos Reyes Magos…Podéis dejarme el trozo de carbón que me he ganado, ya que no he podido dejar de fumar, y eso que lo he intentado varias veces, a ver si este año puedo conseguirlo.

Os quiere esta mujer-niña que aunque ya va siendo un poco mayor, nunca ha querido perder la ingenuidad de cuando era una niña.

 

Encarna Recio Blanco.

 

 


domingo, 28 de abril de 2013

No me hizo bella...



No me hizo bella por fuera

Ni me dio los ojos grandes

Ni abundante melena

Pero me hizo buena.

Me dio una amplia sonrisa y me dijo: 

No te la quites aunque

En esta vida sufras,

Hasta que te mueras.

 Me regaló dos piernas fuertes

Para que caminara por la vida

Y me encargó que buscara siempre

La Paz y la Justicia.

 Me donó bellas musas

De su edén infinito,

Para que mis dedos tejieran

El amor y el  cariño.

 Una mente con ansias.

Un corazón sin cerrojos.

Un alma blanca donde guardar

Mis más preciados tesoros.

 No me hizo bella por fuera

Y casi se lo agradezco...

Prefiero la otra belleza

La que solo ven, los ciegos.


Encarna Recio Blanco.


 

 

lunes, 10 de septiembre de 2012

He vuelto...



He vuelto con las maletas
llenas de regalos
para todos mis amigos
que me estaban esperando.

Caracolas de nácar
estrellas de mar
el vaivén de las olas
y un gran castillo de paz.



Encarna Recio Blanco




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viernes, 4 de enero de 2008

Queridos Reyes Magos





Queridos Reyes Magos:

No sé cómo empezar esta carta ya que todo lo sabéis  de antemano, desde ese País mágico y misterioso.
 Como habréis comprobado los niños os piden siempre cosas materiales y se las traéis con sumo gusto.
El pedido de los mayores es diferente, por eso, yo os quiero pedir algo que tal vez, es más difícil de conseguir que un regalo, el día seis de Enero.

Quiero la Paz que nos han robado los mandatarios de un Mundo que se desgrana entre las guerras malditas. La pasión que no he visto este año en los ojos de los que me acompañaron por el camino de los días. La alegría tan escondida que a veces se pierde por los entresijos de este Mundo loco.
Os pido, conciencia para los inconscientes, luz para los perdidos.
 Para los tristes un toque de esperanza. Para los que están solos compañía.

Para los incomprendidos comprensión, y para los cobardes un poco de valentía,  coraje y corazón.
No os pido dinero, ni victorias, ni joyas que lucir en un cuerpo de bisutería, no os pido talentos ni valores materiales.
Me sobra fuerza y me quedan ganas para comprometerme con el Mundo, pero os pido, que durante el largo trayecto que me queda por recorrer me traigáis en las alforjas del viento ilusiones...Paz y Amor.

Que lleguéis al puerto que deseáis, eso sí, esquivando  la loca carrera entre coches, polución, prisas y escándalos, entre soledades, vanidades, y gente absurda.
Entre ustedes y yo  hay milenios de incomprensión, pero no han cambiado tanto las cosas a pesar del tiempo que nos separa.

Tal vez esta carta, les resulte un tanto especial y mas niña, de las que os puedan escribir los niños pequeñitos, si  les parece demasiado, me conformo simplemente con lo que os pido.

Cada año pongo en el balcón los zapatos nuevos, como cuando era una niña.
  En la calle hace frío ,mucho frío y en este momento pienso, que  algunos corazones también esta noche tiemblan sin tener cobijo, sin amor, con el desaliento de la soledad, por eso, os pido que a ellos, les traigáis también eso que tal vez necesitan y que no os piden.

Mis zapatos esta noche sé que se llenarán de esas cosas que no pueden verse.
Gracias por vuestros regalos Reyes Magos.


Encarna Recio Blanco