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lunes, 16 de diciembre de 2019

Quiero beberme el ocaso...


Quiero beberme el ocaso en una copa.

Atar  con un lazo a las mariposas.

Atrapar con mis manos el mar.

 Al arco iris volverlo a pintar.

Ir al paso de una tortuga.

Abrir los cerrojos con una pluma.

Cambiar las torturas por ternuras.

 Sellar con mil losas las amarguras.

Quiero alcanzar las nubes abrasarme en el sol  

Juguetear con la Luna.  Abrazar a Dios.

 Dormir entre unos brazos que aporten  calor.

Cantar una nana a un niño que no nació.

Arrancar las espinas  de una frente.

Acompañar a la  soledad.

Tejer la esperanza en aquel, que la perdió.

Coser las heridas de un corazón.

Amalgamar las ilusiones  en aquellos

Que no creen, en la existencia del amor.

Destrozar con mis manos  las armas del

 Mundo entero. Detener las injusticias

 De los verdugos.

¡Quiero parar este caos insolente!

Sembrando nuevamente la simiente,

Para que germine la Paz en esta Tierra,

¡Donde los cobardes!

¡Someten a los inocentes!


Encarna Recio Blanco.





jueves, 16 de noviembre de 2017

Mariposas sueltas aletean...


 Mariposas sueltas aletean a mí alrededor.

Tienen miedo de posarse en mi dolor.

De pronto se dispersan por el aire cansino,

Y  me quedo sola con mi bolígrafo.

Merodea por la calle el abandono, la soledad,

  Cual cirio derretido un penitente con su martirio.

Siento a un niño que late en el abultado vientre de su madre

¡Pobre  criatura!

Él no sabe aún, que no va a ser parido.

 Un tañido de campanas secas me sobresaltan

Y el cortejo fúnebre que viene...

Ante mis ojos se para.

 

Encarna Recio Blanco

 

lunes, 15 de mayo de 2017

Hoy quisiera ser mariposa




Hoy quisiera ser mariposa para volar y poder escaparme
por los andenes del viento para sentir, que soy libre entre ellos.
Para no ver estas calles donde la violencia  es incontrolable,
donde los malvados asesinan, y los cuchillos se afilan.

Para no ver que el trabajo está en paro.
Que el pan escasea, y el amor se desaprovecha.
Por donde miles de fieras copulan buscando el poder y la presa,
para hincarles el diente, a la gente buena.

Voy con mis alas a cuesta escasa de ambiciones pasajeras,
aunque a veces, la nostalgia me atrapa por estas callejuelas.
No sucumbo y sigo en el hacer, queriendo apagar las hogueras
de  tantas injusticias pululando en las aceras.

Quiero volar y gritar a mi manera, que se nos escapan los días
entre miedos y tristezas, acorralados por las miserias.
Para aprender no hay que golpearse, para vivir no hay que humillarse,
que las manos son para trabajar y ayudar, y  los labios para besar.

El universo se ensancha con bendiciones. Que batallar es bueno  sin rencores,
y que cada grano de arena construyen grandes torres.

Y en este peregrinar de cada día despliego mis alas, para alejarme
de un mundo, donde la tropelía, campa a sus anchas.

Quiero volar esta mañana por un mundo, donde los hombres se amen.

Por donde las gaviotas  canten, y las fuerzas del Mundo, se hermanen.

Encarna Recio Blanco.



Escucha"HOY QUISIERA SER MARIPOSA" en Spreaker.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Te conocí una noche...


Te conocí una noche, que ni siquiera había estrellas.

Ni una luna se mostraba, ni había rayos, ni centellas.

No sonaban las campanas ni melodías al viento.

No vi pasar ningún ángel por aquellos derroteros.

Saltaron en mi vientre de repente, las semillas del deseo.

Y volaron mil mariposas por encima de mis pechos.

Te conocí en verano cuando lucen los almendros.

¿O tal vez, fuera en primavera, bajo el azul de algún Cielo?

Yo seguía caminando como si nunca te viera,

Y tú pasaste de largo como el que no se da cuenta,

Aunque estuvieras casado y yo, con hombre a mi vera.

Te conocí aquella noche y el fuego nos devoró

En un tálamo desgajado nos confesamos amor.

Más tarde nos encontramos a la orilla del deseo

Nos miramos a los ojos y solamente hablaban ellos.

Se desbordaron los mares y hasta el Sol se despertó

Cuando tu cuerpo y el mío en éxtasis se desplomó.

Lo que el destino depara,  no hay fuerza que lo detenga.

Lo que Dios quiere que pase, se cumpla de igual manera.

Te conocí aquella noche y las estrellas brillaron.

Hasta que nos llegó el alba, nos estuvimos besando.

  

Encarna Recio Blanco.