Desde este precioso rincón murciano, donde
el azahar inunda de perfume nuestra huerta, nuestras calles, nuestras plazas,
os saludo y os doy la bienvenida. A través de mis líneas quiero enviaros un
mensaje de amistad, de paz, de poesía y de sentimientos con la confianza de que
podamos compartir momentos del alma. En este rincón, donde también existen
espíritus sensibles a las letras, a las buenas vibraciones, a la razón y el
sentimiento... me encontraréis.
Encarna Recio Blanco
nació un 13 de agosto, de algún año, en Campo Lugar, Cáceres. Es la conductora
de La Noche Recia en Onda Radio Murcia, desde donde presenta una mirada diferente de este mundo que nos rodea.
Diplomada en Farmacología |
El comienzo de una vida llena de color... |
BIOGRAFÍA
Tuvo
lugar mi nacencia…En campo de Extremadura,
Cuando
el sol arde en extremos,
Cuando
las mieses en la era se amontonan,
Esperando
dormitar en los graneros.
Un
13 de agosto. Dicen que el 13 es mala estrella
Y
no va la cosa descarriada.
Era
martes además, que ya es el colmo…
De
malos presagios y malas barrunteras.
Tuvo
mi madre dolores de cinco partos juntos.
Tardé
yo en venir más de la cuenta.
Ayudada
por una comadrona, que aunque buena...
No
estudió carrera y que tragaba el
aguardiente…
Como
sorbos de agua fresca.
Salí
llorando, pateando con fuerzas...
Me
dieron, dicen, un azote...y me quedé quieta.
Allí
empezó mi miedo por los palos.
Aún
me los dan, pero ahora, si puedo…
Los
paro antes que vengan.
Recio
de apellido...de genio y de firmeza.
Blanco
de pureza, si es que esa palabra
se entiende en esas fechas.
se entiende en esas fechas.
Dicen
que de pequeña era una niña traviesa.
La
primera en la escuela, la última en la iglesia
aunque rezaba mejor las letanías que las viejas aquellas.
aunque rezaba mejor las letanías que las viejas aquellas.
De
joven ya se sabe, todas somos coquetas,
Pero
a mi eso de las pinturas siempre me llevó de cabeza.
Con
mi cuaderno de versos me perdía por la huerta
Y
entre aquellos mudos árboles soñaba...estando despierta.
Nadie
me los leía...Se reían de mí ocurrencia.
Cuando
triste los guardaba pensé no hacer más poemas.
Una
vaca tenía por compañera...a ella se los leía y la vaca
Rumiando...movía
la cabeza, sacudía con el rabo,
y
me miraba perpleja.
Así
transcurrió mi niñez al alba con mi inocencia.
Entre
muchas medicinas y haciendo pobres poemas.
Sin
ayuda de nadie miré al Cielo...y el Cielo me contestó:
!Haz
tu maleta!
Fueron
cuatro vestidos…mi libro de poemas, y un collar,
no de perlas si no de cuentas negras.
no de perlas si no de cuentas negras.
Con
tan pobre bagaje, empecé a caminar, tropezando y cayendo,
en busca de una verdad.
en busca de una verdad.
Me
parieron...y aquí estoy;
Metida
en un mundo donde no pedí llegar.
Preguntando
a cada instante:¿Dónde está...?
¿Donde
esa meta lejana...? ¿Donde está la gran verdad...?
¿Donde
ésa paz tan buscada...que tanto ...¡Tanto!...
Ansío
encontrar...?
Aún
guardo en mi maleta, los vestidos...mi libro de poemas...
Pero
aquel collar...más duro por los años...
Ya
se han vuelto perlas.