jueves, 12 de octubre de 2017

Caminaba muy deprisa ...


Caminaba muy deprisa por las sendas de la vida.

Quería llegar muy pronto a escalar las cimas.

Trepaba montes y valles, senderos con mil espinas,

Chozas donde descansaba a la vera de una hormiga.

Burdeles de carretera donde siempre aparecía,

Un rufián de no sé dónde, que cama quería.

Visité pueblos lejanos y a veces, me detenía,

Pues me ofrecían en la noche un poco de compañía.

Un colchón de paja pura, unas palabras benditas.

Un fogón con cuatro brasas que me revivían.

Proseguía mi caminar cuando el alba aparecía

Con mi macuto a la espalda siempre lleno de poesías.

En los palacios me escabullía por la puerta trasera.

Aquellas damas me miraban de muy mala manera.

Salía  a escondida para no ser vista

Mi atuendo desentonaba en aquella jauría.

¡Por fin llegué, hasta donde quería!

¡A un corazón que aunque herido!

¡Me quería!

 

Encarna Recio Blanco.




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