miércoles, 10 de abril de 2024

Algunas veces...

 

 

 Algunas veces aplaco a las fieras de mi conciencia, mientras ellas revolucionadas, gritan tu nombre,  las calmo con mis manos, pero se cuelan entre mis dedos y vuelven a enfurecerse.

 Hay un león cobarde que duerme en una jaula de oro, no come carne y apenas  gruñe, ha prometido no despertarse hasta que tú regreses.

Un hombre de paja viene de un país lejano a pedirme un corazón, no puedo darle uno, porque  solo tengo éste, y ya, ni tan siquiera late.

Me encuentro con un duende de alas de plata, que se pasea grácil entre mis recuerdos, juguetea con ellos y destroza el que no le gusta.

Una ninfa  enamorada suspira por un astuto muchacho que un día, decidió no creer jamás.

Apareció de pronto entre la bruma, una sirena  ciega, buscando con las manos  un amor perdido, entre las arenas de aquella playa desierta, he intentado ayudarla pero yo también estoy ciega y no puedo socorrerla.

Una bestia humana llora angustiada, por el dinero perdido en la ruleta de la vida, sus manos son terribles y sus ojos me impiden ver su alma, me ha pedido silencio, pero es imposible darle Paz y menos aún, calma.

Un jorobado enamorado de una princesa, se resguarda bajo el palio de una iglesia, he intentado no juzgarle, pero mis convicciones me impiden  hacerlo.

Muchos más personajes, hoy se han paseado entre mis sueños y  por mis bellas historias, no puedo darles  cabida a todos, porque mi vida, ya no es un  cuento.

Aunque sea la historia de amor más grande, jamás contada.

 

Encarna Recio Blanco.



martes, 9 de abril de 2024

Las calles están que arden...


Las calles están que arden con gritos de charlatanes

Con altavoces muy altos pero los sordos  no oyen.

Nosotros vamos a hacer, nosotros, ya lo hemos hecho.

Arreglar la carretera, el carril, y el aeropuerto.

Vamos a hacer de este pueblo, una tacita de plata

Para que todos bebáis goticas de Democracia.

Las calles las barreremos dos o tres veces al día,

Regaremos los jardines con agua caliente, o fría.

Más dinero  al pensionista dicen los muy descarados,

Y otro centro de salud con aire acondicionado.

La contribución será gratis, rentas no vamos a hacer,

Regalaremos llaveros a los que se porten bien.

Pisos para aquellos novios que no se quieran casar,

Aunque vivan en pecado unos cuantos años más.

Para todos las mayores tres zonas residenciales

Con piscinas y salones para que liguen y bailen.

Agruparemos colegios en zonas ajardinadas,

Los libros los regalaremos con la pluma incorporada.

En cada calle pondremos un policía local…

Para que nos lleve el carro cuando vamos a comprar.

Las plazas de maleantes también vamos a limpiar,

Y en la cárcel meteremos a los que se porten mal.

¡Danos tu voto vecino! No te vamos a engañar

Dice el altavoz con fuerza rugiendo  descomunal.

El tío Rufino en la esquina se ríe al verlos pasar, sin creerse

La retahíla de mentiras, que le quieren endosar.

Hoy  las  calles están desiertas ya nos pasó el huracán

Ahora vamos a las urnas y ellas son, las que hablaran.

Ya está bien de cabreo y de mala nata

De poner a dedo en el Gobierno a su hermano y a su cuñada.

Y ya para terminar quiero sacaros una sonrisa

Con una  situación  verídica.

Es muy Jocosa… un pequeño percance

Cuando salía de votar temblorosa y expectantes.

Al terminar las votaciones cuando se hacia el recuento

Dentro de un sobre encontraron unos billeticos nuevos

Con una nota temblorosamente escrita, que decía:

He cobrado la pensión… ¡vaya una mierda de vida!

Los de la mesa asombrados no sabían lo que hacer

Ni  de quien sería el dinero, ni  si lo  tenían que devolver.

Así es que yo en esta noche, quiero hacer un llamamiento

De aquel pobre pensionista que votó… con su dinero.

Si es  el suyo caballero…lo puede dar por perdido,

Dinero que tocan, va aparar a Suiza, o a sus bolsillos.

 

 Encarna  Recio Blanco.


viernes, 5 de abril de 2024

Aún conservo en mi almohada...

  


Aún conservo en mi almohada

El calor de tu cuerpo

Los besos que me dejabas

Prendidos de mi lecho.

Te fuiste sin volver la cabeza

Sin un adiós lastimero

Sin pedirme perdón

Por robarme el amor.

 Ahora no me queda nada

Ni corazón para amarte

Laberinto de pasiones

Que se fueron volando

Por los aires.

Te fuiste…

Cual un esclavo al desierto

Encadenado y mendigo

Donde tus  sueños rotos

Serán tu martirio.

Hoy me despido de ti

Y recojo mis penas

Mis desengaños

Y mis tristezas.


 Encarna Recio Blanco.



Que soy atrevida y osada...


Que soy atrevida y osada, alguien dijo tras de mí

Cuando sentada en un banco, me veía escribir.

Me hice la sorda y seguía sentada en aquel jardín

Acompañada de un vagabundo y de dos musas

Que rondaban por allí.

Con la mejor de mis sonrisas le daba los buenos días

No contestó y seguía mirándome, con ojos de lagartija.

Seguía escribiendo con el mendigo a mi lado

Sin importarme lo que pensaba aquel bicho raro.

Yo no sé lo que pasó al verme con la lira entre mis manos

Que  ella se acercó sigilosa sentándose a mi lado y me dijo;

¿Que estas escribiendo? Con un mohín descarado

¿Es que no te importa? ¿Lo que en el mundo está pasando?

Prendí mis ojos en ella cual un volcán encendido.

Y le dije;

¿Quieres que te recite? ¿El verso que he terminado?

Habla de la Guerra y de la Paz. Del Amor y la Solidaridad

Y de las lenguas malditas que solo saben criticar.

¡Aleluya!

De repente en sus ojos aparecieron dos lágrimas peregrinas

Que limpié con mi pañuelo dándole un beso en sus mejillas.

Me pedía mil perdones, me quiso dar un abrazo

Y me dijo sonriendo ¿De dónde te has escapado?

De un cielo le respondí, donde no existe el pecado

Por eso voy por el Mundo escribiendo… y perdonando.

 

Encarna Recio Blanco.


miércoles, 13 de marzo de 2024

Son tus labios mi destino


Son tus labios mi destino.

Tu cuerpo mi desatino.

Que se retuerce en el lecho

Cuando no duermes conmigo.

 Rodeando tus fronteras oteo

Por donde poder entrar,

Hasta el castillo encantado

Donde prisionero estás.

 Cual vagabunda de sueños

Noche y día sin parar,

Voy apartando  alambradas

Para poderte encontrar.

 Me hago dueña de la brisa.

Del rocío, de la mañana.

De la lluvia cuando moja

Mi cuerpo que te reclama.

Voy rezando una oración

Por estos campos sin almas

Que muy tristes me responden

Que la meta está lejana.

 No me resigno y sigo

Por la senda que verdea

Cuando el crepúsculo asoma

Por la empinada ladera.

 Y me vuelvo a mi morada

Por si las fieras acechan

Para mañana seguir buscándote...

Por todos los rincones de la tierra.

 

 Encarna Recio Blanco.


sábado, 9 de marzo de 2024

Al fin, mis musas llegaron...


Al fin, mis musas llegaron.

Al fin, me pongo a escribir

Para bordar sentimientos

Esta mañana de abril.

Los recuerdos me atenazan

 Vivo sin vivir en mí.

Desde el día que te fuiste

De luto me vestí.

 Ahora ya está aquí el olvido

Haciendo mellas en mí…

Quiera Dios que me acompañe

Hasta olvidarme de ti.


Encarna Recio Blanco.